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El futbol manda


No era un Boca – River, ni un Argentina – Brasil, era simplemente Cuba – USA. El morbo lo servía la prensa extranjera, Cuba ponía el estadio (con luces!!!) y los yankees prometían el "soccer". Pero hubo lluvia molesta durante toda la tarde y cielo encapotado. En cuba se juega beisbol y el beisbol se suspende si le caen más de tres gotas al terreno, por eso la duda mandaba ¿se jugara el partido?

Se jugó. Como a las 6 y algo de la tarde la lluvia se contuvo y los "futboleros" comenzaron a salir a la calle disfrazados con sus camisetas del Madrid, Barza, Brasil, Argentina, etc, Todo el mundo intentando llegar al estadio antes que la lluvia volviera. Cuando empezó el partido ya el Marrero estaba lleno de punta a cabo, con una afición tan bullanguera como improvisada. Por momentos el ambiente parecía el de un juego de beisbol (lo único que faltaba eran las cornetas y las sirenas), pero afortunadamente habían grupos de estudiantes extranjeros, sobre todo latinoamericanos y angolanos, que ayudaron a animar la fiesta con cantos y palmadas, enseñándonos un poco a los cubanos que estábamos allí como "se vive" el futbol en la grada de un estadio.

El resultado fue el esperado a pesar de que en algún momento del primer tiempo la selección cubana intentó llamar a las puertas del milagro. Pero no se dio. Perdimos y de todas formas fue un bonito espectáculo. Al final del partido los jugadores yankees se fueron tímidamente al medio de la cancha a despedirse del público y el estadio entero se paró a aplaudirlos en un gesto sobresaliente (de hecho son el mejor equipo de futbol que ha pasado por cuba en los últimos ¿20 años?) La prensa extranjera solo pareció fijar ese momento, y el señor J.Antonio Espina en el periódico deportivo AS, asegura que las autoridades habían calentado el partido repartiendo boletos gratis, y que luego se encontraron que la gente en el estadio animaba a los yankees casi tanto como a los cubanos. Este tipo estaba en otro lado, quizás en un hotel tomando un daiquiri al lado de una mulata y viendo el partido por televisión.

Yo si estaba en el Marrero y el público fue ejemplar apoyando a Cuba (gritos de hijo de puta cuando el árbitro mostró amarilla a un jugador cubano, aplausos generalizados cuando las tarjetas amarillas a los yankees). Pero la gente había ido a ver futbol y por desgracia como casi siempre ocurre por acá, el futbol lo volvían a poner los de afuera.

Dempsey, el goleador de la noche, también estuvo en el Marrero y vio lo mismo que yo y luego lo declaró a la prensa: "Esperábamos odio y encontramos amistad. Ha sido una experiencia única. Qué grande es este deporte".

Me basta con esto. Por encima de diferencias políticas y asperezas nacionales, el futbol manda.

Mui bueno el texto. Aún bien que el despuerto ganó de la política. Felicitaciones por tu blog.

Hoy, triste aniversario de los sucesos que hace siete años cambiaron el curso de muchas cosas, ha sido para mi como un regalo del cielo, una suave brisa matinal entrar en esta isla y descubrir que Robinson la sigue habitando... Gracias por volver, no nos dejes solos tanto tiempo, te extrañamos...
Un saludo.
Aurora.

Leyendo a Aurora me decido a animarte también yo. Ayer, cuando cumpliendo la rutina virtual diaria entré aquí, grité de la alegría al ver que habías regresado (es literal). Aunque desde el 20 de febrero ha llovido bastante, siempre ubicaba mi esperanza, ya no en lo que remueves en mi pecho cuando te leo, sino en tu propia desazón de cubano que no cuenta, comparte o discute a mediodía...
AAA

No entiendo como una islita tan chiquitica como Trinidad-Tobago pueda tener mejor equipo que Cuba con sus 11.000.000 de habitantes.

¿Es que no hay una docena que valgan la pena? ¿Que sepan darle patadas a una pelota?

Señores, pónganse pa' eso que el mundial de Suráfrica está a la vuelta de la esquina. Lo mires por donde lo mires todo es positivo: Un equipo cubano clasificado = más propaganda de los éxitos de la Revolución por el mundo. Un equipo cubano clasificado = más posibilidades para los que se quieran "quedar". ¡No todo es pelota, acere!

Se que no caben en esta isla los dramatismos, pero me ha hecho llorar saber que volviste.

b

A lo mejor es que yo he vivido en otra Cuba, pero desde luego, desde mi experiencia cubana, jamás se me podía ocurrir que los cubanos atacaran o demostraran contra los jugadores estadounidenses ningún sentimiento negativo. El cubano es amistoso por naturaleza, y el que ambos gobiernos estén enfrentados y lleven así "toda la vida" no quiere decir que los pueblos cubano y norteamericano estemos enfrentados. Más allá de la rivalidad deportiva, no era lógico que ocurriera más nada. Estoy convencido de que las autoridades cubanas podian temerse más algún acto o manifestación política en contra del gobierno, que un acto o manifestación antinorteamericana, una agreción a un jugador o algo así, por parte del público cubano. Eso no tiene nada que ver con el sentimiento cubano hacia lo foráneo, incluso, viniendo estos, de estados Unidos

Muy buen Blog, muy entretenido.

aprovecho para saludarles desde

http://publicitycars.es

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Acerca de mi

Yo:el cubano de la isla
De:La Habana, Cuba
Soy:un tipo común que mira y mira y cada vez entiende menos

 

Ya Cortazar lo contó una vez de esta forma...


La primera vez que vio la isla, Marini estaba cortésmente inclinado sobre los asientos de la izquierda, ajustando la mesa de plástico antes de instalar la bandeja del almuerzo... Una isla rocosa y desierta, aunque la mancha plomiza cerca de la playa del norte podí­a ser una casa, quizás un grupo de casas primitivas. Empezó a abrir la lata de jugo, y al enderezarse la isla se borró de la ventanilla; no quedó más que el mar, un verde horizonte interminable. Miró su reloj pulsera sin saber por qué; era exactamente mediodía.