lunes, enero 30, 2012

Lloviendo sobre mojado


El sitio Cubadebate ha publicado en su sección deportiva un artículo titulado “Strike 3: El fútbol, el beisbol y el Espíritu santo”, que aborda el mismo tema que el último post de este servidor (Ver post titulado “Perder o Perder”).

El texto está firmado por Carlos Manuel Álvarez, un pre- periodista que escribe muy bien y que suele decir lo que piensa sin andarse demasiado por las ramas (¿existirá otra forma de escribir artículos de opinión?)

Carlos ha escogido un tema espinoso y nos ha regalado un buen texto. Coincido con algunas de sus opiniones y discrepo en otras. Como este servidor ya dio su criterio al respecto, resulta un poco llover sobre mojado. Así que me limito a proponer su lectura y dejar algunas notas en forma de comentarios.

http://www.cubadebate.cu/opinion/2012/01/29/strike-3-el-futbol-el-beisbol-y-el-espiritu-santo/

Mis discrepancias con el artículo de Carlos comienzan por una frase:

“han hecho un espectáculo circense de un mero juego de once contra once”

Intentar explicar porque hay cosas que nos gustas más que otras a veces resulta bien difícil. Depende, sin lugar a dudas, de las emociones, que se involucran en cada caso, y de nuestra muy personal manera de entender la belleza.

¿Es el futbol un mero juego de once contra once? Pues sí, es una opinión válida. Pero no es, evidentemente, la respuesta que nos daría un aficionado a este deporte. Como tampoco sería factible esperar que un amante del beisbol terminara describiéndolo como un juego de nueve contra nueve, donde se intenta golpear la pelota con un palo y correr en una dirección intentado llegar al mismo punto de partida.

Discrepo con Carlos en que el arraigo actual del futbol esté relacionado en modo alguno con su aparente simplicidad, o con el vértigo de su juego. No puede encontrarse una palabra menos adecuada que vértigo para describir el estilo del Barcelona, sin lugar a dudas el club de futbol más admirado en la actualidad. Sería mejor usar palabras como: precisión, talento, creatividad. De hecho quizás la clave de la locura que despierta el futbol en todo el mundo pueda achacarse a esta última palabra. Creatividad. Con excepción del baloncesto no se me ocurre otro deporte donde la capacidad para reinventar una situación a partir de una simple pelota sea tan evidente.

Que el futbol es un negocio, no me cabe la menor duda. Pero me parece esa una afirmación parcializada. El deporte profesional, en su conjunto, es un gran negocio. De hecho, los salarios de los futbolistas mejor pagados del mundo, se eclipsan notablemente ante sus similares del beisbol de Grandes Ligas. Así que el mercantilismo no me parece para nada un detalle que distinga al futbol de otros deportes como el tenis, el ciclismo, el baloncesto, el ajedrez o incluso el beisbol (sobre todo en EUA o en Japón).

Ya aclaradas las diferencias, paso entonces a ventilar las ideas del artículo que comparto.

Este servidor cree, como Carlos, que es una tontería mayúscula comparar deportes e intentar poner unos por encima de otros. Es casi como comparar géneros de cine, y plantear que se deberían poner más comedias y menos dramas, o más policiacos y menos ciencia ficción. Para gustos se han hecho los colores, los géneros de cine y los deportes. A algunos les gusta el beisbol y a otros el futbol. Hay a quien le gustan los dos, y también hay quien pasa de todo.

Creo también que el hecho de que en Cuba no se televisen partidos de beisbol de otras latitudes tiene motivos absolutamente extradeportivos. A este servidor le resulta evidente que la prohibición se fundamenta en alguna especie de “trauma”. Quizás un miedo oculto a que la afición cubana pueda establecer comparaciones o cambiar de opinión sobre determinados temas. Pero como hemos podido comprobar durante tantos años, ese tipo de miedos en abstracto (a lo que pueda pasar) no es un buen consejero. Solo sirve para frenar el desarrollo y fomentar el inmovilismo y la mediocridad. Apuesto mi salario de un mes a que dentro de 10 años en Cuba podrán verse juegos de la MLB. ¿Por qué no hacerlo hoy?

Me resulta tan claro como a Carlos el hecho de que el inusitado fervor que despierta el futbol en nuestra juventud, viene dado, sobre todo, por el hecho de poder disfrutar (aunque sea con una semana de retraso) del mejor futbol que se practica en el mundo.

Estoy seguro que si en Cuba se trasmitieran partidos de la liga china o del campeonato de Bahréin, el fervor y el entusiasmo no alcanzarían los picos actuales. A fin de cuentas los goles siguen siendo goles en todas partes, podría argumentar alguien y no estaría falto de razón. Pero todos sabemos que el frasco no hace al perfume, y en el futbol, como en la vida, siempre es mejor disfrutar de las mejores esencias. ¿O no?

martes, enero 24, 2012

Perder o perder



Hay un dicho que asegura que lo bueno sigue siendo bueno, siempre que venga en cantidades correctas. Que a partir de una medida determinada todas las cosas comienzan a dilapidar su magia y a trastocarse en lo mundano. Dicha expresión podría usarse por ejemplo para definir los clásicos españoles de futbol entre los equipos Barcelona y Real Madrid, que a partir del año pasado, han venido sucediéndose con una frecuencia inusitada.

Dado el carácter, tradicionalmente épico de estos clásicos, tanto partido entre estos equipos ha llegado a saturar a parte del público y la prensa. Sin embargo este servidor se declara encantado con dicha circunstancia. Mis límites para el buen futbol están lejos de ser sobrepasados, y recibo cada uno de estos encuentros con la misma ilusión de un regalo de cumpleaños.

Pero el hecho de vivir en Cuba (“la maldita circunstancia del agua por todas partes”) acarrea determinados inconvenientes para un aficionado al futbol. Comenzando por el detalle minúsculo de que el acceso a las grandes cadenas deportivas internacionales está vedado para el ciudadano promedio que no quiere meterse en problemas con la ley (si usted se pasa de listo y monta la antena parabólica en su casa, escondida, camuflada, quizás pueda deleitarse un par de meses con los partidos de la liga española, la premier league inglesa, o la serie A italiana. Pero también puede ser que reciba una visita policial y termine jugando al futbol con otros reclusos en un centro penitenciario). Si a este detalle, casi sin importancia, le sumamos el hecho de que todos los canales de televisión en Cuba son propiedad del estado, y son dirigidos siguiendo directrices “desde arriba”, sin demasiados análisis de rating, y con programas que duran 10 años en cartelera, entonces usted entenderá un poco el porqué el futbolero cubano ha aprendido a disfrutar el futbol en dosis minúsculas: dos partidos a la semana, uno de Europa y otro de alguna liga latinoamericana, con 3 días de atraso en caso de la liga de campeones, y con una semana completa, en caso de ser un partido de cualquier liga europea.

En dichas circunstancias, el hecho de que la televisión cubana, bajo el influjo de algunas almas caritativas, haya trasmitido los clásicos del futbol español, el mismo día en que ocurren (a veces en vivo, a veces un par de horas más tarde) resulta como para tirar cohetes.

Sin embargo, lo malo de las limosnas es que dependen del ánimo, generalmente voluble de los “benefactores”.

Sucede también que en Cuba solo tenemos un canal que incluye deportes en su programación, con un noticiero deportivo que dedica 20 minutos a los “gloriosos éxitos” de los deportistas cubanos, ya sea en la arena internacional o en torneos municipales o regionales o barriales… Y apenas 10 minutos para reseñar todo el resto del panorama mundial.
La consigna es clara y concisa: lo mío primero. Una frase usada por una marca de cerveza criolla para promoverse y que sirve también para inflar delirios de grandeza y promover mediocridades nacionales en detrimento de productos foráneos de mayor calidad. Lo mío no es mejor, pudiera decir la frase en una versión extendida, pero sí va primero… ¿Por qué? No queda claro. Simplemente porque es lo mío. Y punto en boca.

La frase en cuestión fue usada hace algunos días por una periodista local para fustigar la decisión de trasmitir el partido de la copa del rey entre el Real Madrid y el Barcelona, en detrimento del partido de beisbol que correspondía. Quizás nuestro pasatiempo nacional haya perdido espectacularidad, dijo la periodista, pero es nuestro. Y fue entonces que soltó la frase de la propaganda cervecera, como un dardo afilado y demoledor, dirigido al pecho mismo de los apostatas extranjerizantes que prefirieron mostrar el clásico español antes que un partido de beisbol local.

Tengo que confesar que el comentario de la periodista me llenó la cabeza de argumentos incendiarios. Y de inmediato comencé a buscar razones para justificar una opción sobre otra.

No se puede negar el hecho de que el beisbol es el deporte nacional y que generalmente tiene gran audiencia televisiva (de hecho es el único espectáculo deportivo que se trasmite seis días a la semana). Pero el clásico de los dos equipos grandes de España es un espectáculo tan raro y cautivador que solo puede compararse a determinados fenómenos astronómicos como los eclipses de luna o de sol, o el paso de algún cometa. Y el partido de beisbol sacrificado era un partido más, uno de tantos que se trasmite un día sí, y otro también. Sin embargo la consigna cervecera no admite ambigüedades ni excepciones: lo mío primero. Escúchese Los Van Van y no los Beatles. Léase a Padura antes que a García Márquez o Vargas Llosa. Disfrute a Silvio en detrimento de Serrat o Sabina. Lo mío primero y amen.

Perdido estaba en este debate “filosófico” cuando me di cuenta que había caído en una trampa sutil: me estaban obligando a escoger.

Beisbol o futbol. Local o internacional. Lo nuestro o lo de “afuera”. La tradición o la novedad.

El comentario de la periodista siempre había ido por los causes de que una sola de las opciones podía estar a mi alcance, y este servidor se había dejado arrastrar en esa dirección estéril.

Pero…

¿Y qué tal si el público pudiera escoger? El beisbol en un canal, el futbol en el otro, y la novela en un tercero. Y cada uno tomando la decisión que le place. O haciendo zapping entre unos y otros, formando una ensalada de dramatismo incalculable. O pasando de todo y marchándose a la cama (lo cual muchas veces termina siendo la decisión más sabia).
Fue entonces que me di cuenta de que se había producido una situación interesante, cuyo alcance iba más allá de los ámbitos del deporte y la televisión. Y es que, tantos años de escasez, embargo, improductividad e inmovilismo, nos han terminado convirtiendo en un pueblo binario. Donde tener dos opciones a escoger ya viene siendo un lujo. Así que hemos desarrollado algún tipo de condicionamiento que rechaza lo variado. Lo múltiple. No hay matices en nuestra paleta de colores. Es blanco o es negro. Es bueno o es malo. Es nuestro o es de afuera. Y a escoger se ha dicho.

Supongo que algo así fue lo que pasó por la mente de la periodista a la hora de redactar su comentario. Nunca vio una tercera vía. Tampoco se atrevió a imaginarla. Simplemente se dedicó a escoger entre dos variantes que le parecían irreconciliables, donde la existencia de una significaba la desaparición de la otra. Y de paso, quizás sin darse cuenta, nos conminó a hacer lo mismo.

Pero este servidor, después de pensar un poco prefiere imaginar que existe para Cuba una tercera vía. Y una cuarta. Y una quinta. Todo es cuestión de proponérselo. Y que el futbol puede convivir con el beisbol y la novela y los noticiarios y las películas. Y que, escapando del alcance de la programación televisiva, puede haber múltiples opciones para todos los problemas que enfrenta la nación. Todo es cuestión de no cerrarse a dos opciones. De no dejarse empobrecer por la costumbre. Porque entre perder o perder es preferible no escoger nada.

martes, julio 05, 2011

De -15 a -30



Les doy tres opciones para que adivinen el significado de este número: -15

A) Numero de suerte para los Capricornio en los meses de verano.

B) Temperatura promedio de la etapa primaveral en la Antártida.

C) Diferencia de goles (anotados – recibidos) de la selección cubana de futbol en la última “Copa Oro” de la CONCACAF.

¿Ya se decidió por una? La casa cierra las apuestas y desvela la respuesta que es… la opción C.

No es interés de este post analizar las causas de la paliza futbolística que recibieron los cubanos en la “Copa Oro” (no creo haber desayunado lo suficiente como para meterme en ese tema), así que a los interesados en reabrir esa herida los remito al excelente artículo “Cien años de involución” publicado por Aliet Arzola en el “Tribuna de la Habana” hace ya casi un mes.

http://www.tribuna.co.cu/etiquetas/2011/junio/19/cien.html

El motivo que signa este post es otro (y el número también). Es el -30.

¿Y qué es el -30?

Ponga en un vaso de coctel estos ingredientes: insatisfacción al 99% de pureza, un par de gotas de desencanto y un chorrito de frustración. Agite bien, luego caliente la mezcla a fuego lento durante 15 minutos y sirva en un vaso metálico sin agarradera.

Ese es el -30. El nuevo coctel oficial del futbol cubano. Listo para ser patentado y servido en torneos nacionales y eventos en el exterior, y sobre todo, para ser consumido en cantidades industriales por los aficionados al futbol que aun viven en Cuba.

¿Y de donde me ha llegado la inspiración para crear de la nada una bebida tan poderosa?

De la prensa. Siempre de la prensa. Acabo de revisar la programación televisiva de la semana. En Cuba tenemos dos programas de futbol. Gol latino, que trasmite partidos de las ligas latinoamericanas (generalmente Brasil o Argentina, a veces México) y Gol, que trasmite partidos de las ligas europeas.

Y resulta que ahora mismo estamos en “Copa América”. O sea que el continente respira futbol desde la Patagonia hasta el Rio Bravo (porque México y Costa Rica aparecen como representantes de Centroamérica). La patria grande, al decir de Martí, vive al compás del futbol nuestro, del talentoso, brillante y descarado futbol que se juega de esta parte del mundo.

Sin embargo la programación deportiva de la TV Cubana de esta semana parece indicar que acá en la isla vivimos en otra dimensión del espacio-tiempo, un universo paralelo donde la Copa América no existe.

Echémosle un vistazo a la programación deportiva de la semana:

Lunes, 8 PM, Beisbol, Tope de preparación de los equipos ALBA vs Challenge (Cuba B vs Cuba A, para los no entendidos en la materia)
Martes, 8 PM, Beisbol, Tope de preparación de los equipos ALBA vs Challenge
Miércoles, 8 PM, Beisbol Juvenil, Cuba vs Canadá
Jueves, 8 PM, Beisbol Juvenil, Cuba vs Canadá
Viernes, 8 PM, Beisbol Juvenil, Cuba vs Canadá

La semana puede resumirse en una palabra: Beisbol. Ni aquel yankee reaccionario de Fox News, que criticaba a sus paisanos por irse a los bares a ver los partidos de futbol del Mundial de Sudáfrica podría ser más conservador. Tal parece que el beisbol lo inventamos nosotros y por tanto tenemos que defenderlo a toda costa, aunque los últimos resultados internacionales digan lo contrario

http://www.granma.co.cu/2011/07/04/deportes/artic01.html

Pero queda el sábado, siempre queda el sábado. El sábado es Gol, el programa insignia del futbol en Cuba, el inamovible. Sin embargo esta semana…

Sábado, 11 AM, Liga Mundial de Voleibol
Sábado, 2 PM, Liga Mundial de Voleibol
Sábado, 8 PM, Beisbol Juvenil, Cuba vs Canadá

Todo está dicho. A beber beisbol y (una pizca de Voleibol) y a disfrutar del -30. Que por ahora es solo un trago, pero ya veremos en la próxima “Copa Oro” como queda el balance de goles de nuestra selección.

PD: Reviso por segunda vez la programación de la TV y me doy cuenta de que he pasado por alto un detalle que ha estado a punto de empujarme a una posición injusta y radical.

Si que han tenido en cuenta el futbol esta semana. El Jueves a las 9 AM se proyecta el filme “El perro futbolista 2: la copa europea”.

No tenemos a Messi ni a Robinho ni a Forlán. No tenemos Copa América. Pero tenemos un perro futbolista en la copa europea. ¿Algo es algo? ¿O no?

lunes, julio 04, 2011

Tirón de orejas


“Después de las grandes guerras, siempre hubo ideales, siempre hubo utopías y esperanza de iluminar los caminos del mañana con la paz, con la igual dignidad humana, con la convivencia armoniosa. Porque unos valores indiscutibles (justicia, libertad, fraternidad) movilizaban y daban sentido a la vida de muchos ciudadanos.

La gran diferencia con la situación actual es el vacío espiritual, intelectual, anímico, que rinde y paraliza a mucha gente, porque han pretendido (y en buena medida conseguido) que todo el espacio se llene de entretenimiento, de bienes materiales, de pasatiempos… de personas dóciles y resignadas que permiten que su vida discurra a golpe de acontecimientos supranacionales, que se presentan inexorables”

Fragmento del artículo “¿El mundo tiene arreglo?” de Federico Mayor Zaragoza (ex director general de la UNESCO)

viernes, junio 24, 2011

Hay que jugársela


Lo dijo el incansable Alfredo Guevara en un debate con estudiantes y profesores de la facultad de química de la universidad de la habana. No aparece por ningún lado la fecha en que ocurrió este encuentro, pero en un momento de su intervención, Alfredo Guevara habla del congreso del partido como algo que iba a desarrollarse con posterioridad.

Es una lástima que no haya podido estar allí, porque este es un dialogo fecundo y sincero, y en este país estamos sobrados de discursos pero escasos de diálogos. Y la fecundidad y la sinceridad han estado demasiado tiempo a la sombra.

El texto es largo pero vale la pena leerlo y releerlo, desde las palabras de Alfredo Guevara hasta las preguntas de los profesores y estudiantes. Todo el mundo hablando claro, sin tapujos, el único lenguaje en que se puede discutir la realidad cubana de hoy.
Los dejo con dos breves fragmentos de la intervención de Alfredo Guevara y el enlace al texto integro en Cubadebate (que honra su nombre al publicarlo).

Fragmento 1:
“Lo he dicho en otras ocasiones y no quiero dejar de repetir aquí ante ustedes, que el crimen más grande que podemos cometer es aceptar que la ignorancia ocupe cargos, -claro, encarnada en personas-, que la ignorancia tenga poder sobre los demás. Y hay demasiada ignorancia en nuestro Estado todavía, en nuestro Estado y organizaciones sociales, incluyendo el Partido, hay demasiada ignorancia con poder sobre personas. Creo que ese es un crimen de Estado, y es un crimen que tenemos que rectificar a fondo: ¡no a la ignorancia! Para poder tener poder sobre los demás hay que tener, ante todo, verdaderos conocimientos sobre lo que se va a dirigir, y, desde luego, una formación ética.”

Fragmento 2:
“Yo considero que podemos esperar de los cambios propuestos, que el tejido actual, que no tiene que ser eterno, puede ser modificado y enriquecido y que debe ser modificado y enriquecido permanentemente, el tejido actual de poder popular existe, ¿y para qué existe? Existe para decir que existe, pero…, yo no sé dónde viven cada uno de ustedes, pero estoy seguro que sus padres o ustedes mismos si tienen una participación activa en el barrio, en la demarcación, si se dirigen al delegado es porque son de un optimismo extremo, porque el pobre delegado es un pobre diablo que ha tenido el valor de aceptar la condición de delegado porque seguro que en el barrio nadie quería ser delegado y él lo acepta como una disciplina del Partido, o del Estado, o de lo que sea, porque él sabe que no sirve para nada y todos los ciudadanos saben que no sirve para nada.

Pero si nosotros reviviéramos ese tejido que realmente se intrinca por toda la sociedad, si lo reviviéramos y entonces en lugar de ser Poder Popular fuera popular y poder, yo creo que nosotros estaríamos dando un paso de primer orden hacia la democracia socialista que no puede ser de arriba abajo y de abajo a arriba en conexión directa a través de 17 mil correas de transmisión. Las correas de trasmisión han llegado a ser, en lugar de correas de trasmisión, ya que lo invaden todo, una verdadera maleza. Es decir, una selva intrincada en que no se ha cultivado ningún terreno.”

Enlace

viernes, junio 17, 2011

El tren se mueve (parte 1)



Todo comenzó con un tren. Un viajero, molesto por el cumulo de indisciplinas sociales sufridas en el trayecto Santa Clara – Morón – Nuevitas, se armó de pluma y papel y lanzó una carta-dardo contra las autoridades ferroviarias a través del espacio “Cartas a la Dirección” del Periódico Granma.

La carta fue publicada el 1 de Abril del 2011 bajo el título: “Acerca de los ferrocarriles”. Estaba bastante bien redactada y era una denuncia en toda la regla sobre una de esas “paradojas cubanas” (situaciones problemáticas que todo el mundo conoce y nadie arregla). Hasta ese momento:

Viajero Inconforme 1 – Unión de Ferrocarriles de Cuba 0.

La respuesta de la Unión no se hizo esperar. Solo 57 días después (27 de mayo) apareció publicada en la misma sección del periódico. Venía firmada por José Darío Rubio Frómeta, Director de la Empresa de Servicios Generales de la Unión de Ferrocarriles de Cuba.

La carta del funcionario ferroviario es uno de esos documentos de intenso valor histórico, que harán las delicias de los arqueólogos dentro de quinientos años.

Comenzaba con un tono luctuoso como de obituario:

“De gran consternación para todos los ferroviarios y revolucionarios en general resultó la denuncia publicada en ese diario el 1ro. de abril, nos asiste la vergüenza y el compromiso moral de a la mayor brevedad revertir los lamentables hechos denunciados en la misiva.”

Continuaba con una breve pero intensa y muy detallada explicación de las medidas tomadas para erradicar el problema planteado por el Viajero Inconforme:

“Como resultado de un exhaustivo análisis, se orientó la elaboración de un Plan de Medidas donde se involucran la Policía Nacional Ferroviaria, y las entidades del sistema, el cual sin dudas, unido al factor humano, revertirán la imagen del servicio que brinda el tren.”

Y culminaba su misiva con un verdadero canto a la esperanza:

“Sepan que hay mucha dignidad y valores en los trabajadores del ferrocarril, que sin duda alguna sabrán dar un salto positivo en la transformación de nuestros servicios […] Por eso le decimos a Armando B. Núñez Rodríguez (Viajero Inconforme) y a todo nuestro pueblo que la batalla por la recuperación del ferrocarril ya la estamos librando.”

Después de leer una carta como esta, uno no puede menos que sentirse reconfortado con los logros del sistema educativo cubano. Quizás nuestros funcionarios ferroviarios no puedan lograr que los trenes anden a tiempo, o incluso que anden, pero en cambio, pueden escribir cartas afectuosas y emotivas que llegan al corazón de la gente.

Continuará…

miércoles, junio 15, 2011

Lo dijo Mafalda



¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?

Acerca de mi

Yo:el cubano de la isla
De:La Habana, Cuba
Soy:un tipo común que mira y mira y cada vez entiende menos

 

Ya Cortazar lo contó una vez de esta forma...


La primera vez que vio la isla, Marini estaba cortésmente inclinado sobre los asientos de la izquierda, ajustando la mesa de plástico antes de instalar la bandeja del almuerzo... Una isla rocosa y desierta, aunque la mancha plomiza cerca de la playa del norte podí­a ser una casa, quizás un grupo de casas primitivas. Empezó a abrir la lata de jugo, y al enderezarse la isla se borró de la ventanilla; no quedó más que el mar, un verde horizonte interminable. Miró su reloj pulsera sin saber por qué; era exactamente mediodía.