lunes, diciembre 17, 2007

La Rampa según Mario Conde

Subir o bajar: esa fue siempre la cuestión. Porque bajar y subir, subir y bajar La Rampa había sido siempre la primera experiencia extraterritorial del Conde y sus amigos. Tomar la guagua en el barrio y hacer el largo recorrido hasta el Vedado, con el único propósito de subir y bajar, o bajar y subir aquella pendiente luminosa que nacía –o moría- en el mar, decretó para ellos el fin de la niñez y el inicio de la adolescencia como lo había marcado la Campaña de Alfabetización para los hermanos mayores o la iniciación sexual en los barrios de Pajarito y Colon para la generación de sus padres: venia a ser como un acta de Independencia, como sentir que habían crecido alas propias, como saberse física y espiritualmente adultos, aunque en realidad no lo fueran: ni entonces ni nunca. Pero llegaron a creer que todas las fronteras hacia la adultez estaban marcadas por aquella avenida prometedora, levemente pecaminosa para su mística adolescentaria, una pendiente por la cual debían bajar o subir –o subir y bajar- en manadas, con la meta de un helado en la cúspide y el premio del mar –siempre el mar, como la maldita circunstancia- en la sima, aunque solo con el verdadero empeño de subir y bajar La Rampa sin compañías paternas y con la ilusión de encontrar un amor en alguna de sus esquinas...

PD: La Rampa, es el tramo final de la Calle 23 (la calle mas céntrica de la Habana), que va desde de L y 23, esquina de la heladería Coppelia y el Cine Yara (antiguo Radiocentro), en una bajada continua (o subida depende de donde se mire) hasta el mar.

En una de las innumerables subidas y bajadas de La Rampa en estos días de festival de cine, se me metió en la cabeza la idea de rendirle este pequeño tributo a uno de los lugares mágicos de esta ciudad. Acudí entonces a la visión de Mario Conde, el cubanísimo personaje de las novelas policiales de Leonardo Padura. El texto sobre La Rampa es mucho mas largo que este fragmento y está sacado de la novela "Paisaje de Otoño".

Pasando a otro tema, por desgracia el festival de cine se terminó este domingo. Recomendaciones personales: "El jefe de todo esto", "Al otro lado", "2 días en Paris", "Parpados azules", "Buscarest 12:08" y "El hombre inoportuno" (no pude ver "La vida de los otros").

Una anécdota de crónica social: el miércoles de la semana pasada (pasadas las 10 de la noche) me encontré a Gael Garcia Bernal y Diego Luna en la esquina de 23 y 12 conversando en un pequeño grupo de amigos. En el momento en que yo pasaba Gael decía "ayer fuimos al malecón…" pero yo andaba con el tiempo justo para entrar al cine y me quedé sin saber el final de la anécdota. Lo curioso y lo agradable es que este par de talentosos actores mexicanos estaban disfrutando del perfecto anonimato de la noche habanera. Cosas de esta ciudad.

miércoles, diciembre 12, 2007

Festival de sueños

Bendita la gente que se congrega en las entradas de los cines para mirar la cartelera del otro día y traficarse buenos y malos augurios, Benditos los que piden vacaciones por esta fecha, y los que se escapan del trabajo al mediodía con la excusa de una tía enferma, Benditas esas señoras de más de 60 que revolotean de cine en cine como si hubieran vuelto a la adolescencia, buscando esa película que dicen les cambiara la vida para siempre, Benditos los buenos (y escasos) proyeccionistas que logran proyectar la película sin que uno se entere del momento en que se cambian los rollos, Benditos los amigos que ya no se ven nunca y que se encuentran en la cola del cine y se intercambian besos, abrazos y preguntas de la familia y luego se separan y no se vuelven a ver hasta el próximo Festival, Benditos Lars Von Trier, Brian de Palma, Faith Akin y otros muchos directores de todo el mundo, que una vez al año mandan su talento a la Habana empaquetado en celuloide, Benditos todos los que a pesar de los pesares, insisten en vivir de esa extraña manía de contarle historias a los demás a través de imágenes, Benditas las películas rumanas, argentinas, noruegas, mexicanas, danesas, brasileñas, inglesas... Bendita esta ciudad que parece renacer cada año por esta fecha, Bendito el cine.

PD: Por estos días se desarrolla en la Habana el 29 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que como siempre, termina siendo la perfecta comunión entre el cine y la gente. Este es mi modesto homenaje.

lunes, diciembre 03, 2007

Ni siquiera la lluvia

Regreso a mi isla después de una larga ausencia y me la encuentro sumida en un tremendo abandono, llena de polvo y cubierta de telarañas. Afortunadamente poco a poco vuelvo a convertirme en dueño de mi propio pedazo de tiempo, que espero aprovechar entre otras cosas para seguir con la sana costumbre de sembrar por aquí alguna que otra idea con la esperanza que germine. La consigna sigue siendo la misma: pensar siempre, bloguear… cuando se pueda.

Esta vez el pretexto del regreso lo he sacado de una vieja película de Woody Allen, estrenada en un año 1986 que ya suena tan remoto como si realmente hubieran pasado 20 años desde entonces :-)

(Para los que, al igual que yo, necesitan algún recuerdo memorable para ubicarse en una fecha les diré que 1986 es el año del jonronazo de Marquetti contra Rogelio García, en el inning 12, en un estadio Latinoamericano repleto, que sirvió para darle a industriales el campeonato y de paso dejar para el recuerdo el final más espectacular que series nacionales hayan visto).

Volviendo al tema original, la peli en cuestión es Hannah y sus hermanas, una más que clásica película del estilo de Woody Allen que en su momento le dio una nominación a los Oscar como mejor director y una estatuilla al mejor guion original (casi nada). Como siempre es una historia de intensas relaciones humanas ubicada en new york. Como siempre los personajes son extravagantes, divertidos y contradictorios. Como siempre, el resultado final es una muy buena película.

Sin embargo mas allá de que todo lo dicho se pueda servir de excusa para escribir un post, este en particular viene motivado por una breve escena que transcurre en una librería. Michael Caine, interpretando al esposo de Hannah (Mia Farrow), es un cuarentón al que se le han alborotado las hormonas por una de sus cuñadas (interpretada por Bárbara Hershey). En un intento desesperado por vencer su cobardía, le declara su amor regalándole un libro de un tal e.e cummings, que hasta ese momento era para mí un perfecto desconocido, y que en ese instante se revela como el autor de uno de los poemas más hermosos que he leído en mi vida.

Después de la sorpresa inicial pasa lo de siempre, uno averigua un poco y resulta que el tal e.e cummings , es un escritor con mayúsculas (al revés de su nombre que siempre escribió así todo en minúsculas), que además está considerado un poeta "inclasificable e innovador", que aun sigue siendo famoso, entre otras cosas, por lo difícil que ha resultado traducir su obra.

e.e cummings se permitió de todo en sus versos, desde escribir:

"un político es un culo / en el que cualquiera se sienta excepto un hombre"

Pasando por:

"cuando las serpientes reclamen su derecho a reptar / y el sol haga huelga para obtener un sueldo digno: / cuando las espinas contemplen sus rosas con alarma / y los arcoíris cuenten con un seguro de vejez... y marzo denuncie a abril por saboteador / entonces creeremos en esa increíble / humanidad inanimal (pero no hasta)".

El tal Edward Estlin Cummings (nombre completo para los que necesitan de estas cosas), se destacaba por irrespetar mayúsculas y minúsculas en su poesía y violentar los signos de puntuación hasta extremos casi penados por la ley. En fin que por no dejar de jugar, lo hizo hasta con los títulos de sus libros. Así encontramos que uno de ellos se llama: & (and), y otro "Is 5" (es 5, como respuesta al famoso y practico enunciado 2+2=4).

Como buen exponente de esa generación perdida que poco pudo hacer el mundo y mucho por la literatura (Hemingway, Faulkner, Ezra Pound, etc), cummings se fue a la primera guerra mundial a servir de ambulanciero, y terminó encerrado en un campo de concentración francés, al ser falsamente acusado de espía, experiencia esta que le sirvió para escribir un libro autobiográfico: "La habitación enorme".

Luego hizo muchas cosas (entre ellas darse un viaje por la URSS en los años 50 y dejar escrito un libro donde cuenta lo que vio por allá) siendo un personaje respetado hasta que murió en 1962. En fin, una vida bien aprovechada y unos versos inolvidables que parecen ser capaces de mantener su magia a pesar de los años y que efectivamente sirvieron (¡como no habrían de servir!) para que el personaje de Michael Caine terminara levantándose a su cuñada:

(no sé qué hay en tí que se cierra y se abre; pero algo en mí comprende que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene unas manos tan pequeñas.

pd: suenan raros los parantesis en ese verso pero me siento obligado a respetarselos, de tal cummings tal astilla.

Acerca de mi

Yo:el cubano de la isla
De:La Habana, Cuba
Soy:un tipo común que mira y mira y cada vez entiende menos

 

Ya Cortazar lo contó una vez de esta forma...


La primera vez que vio la isla, Marini estaba cortésmente inclinado sobre los asientos de la izquierda, ajustando la mesa de plástico antes de instalar la bandeja del almuerzo... Una isla rocosa y desierta, aunque la mancha plomiza cerca de la playa del norte podí­a ser una casa, quizás un grupo de casas primitivas. Empezó a abrir la lata de jugo, y al enderezarse la isla se borró de la ventanilla; no quedó más que el mar, un verde horizonte interminable. Miró su reloj pulsera sin saber por qué; era exactamente mediodía.