La profesión más triste del mundo
Hace algún tiempo García Márquez escribió un articulo sobre el periodismo titulado: "La profesión más hermosa del mundo". En aquel texto el Gabo explicaba porque en su muy respetable opinión el periodismo le merecía semejante calificativo. Hoy parafraseo al Gabo para afirmar que en Cuba, en mi humilde opinión el periodismo es el oficio más triste del mundo.
Para afirmarlo solo me voy a basar en un suceso reciente: el pasado viernes 20 de enero los EUA aprobaron al fin el permiso para que Cuba participara en el Clásico Mundial de Béisbol a celebrarse en el mes de marzo de este año. El clásico es un evento que por primera vez agrupará a los mejores jugadores de béisbol del mundo, jugando con los uniformes de sus países. En un ejemplo más de su tremenda miopía política los sectores de derecha del gobierno norteamericano, impulsados por los políticos cubano-americanos de la Florida (¿de que tamaño será el odio que destilan estos señores?) trataron de impedir la participación del equipo cubano de béisbol, negando (la primera vez) el permiso requerido por tener que jugar el equipo cubano en Puerto Rico.
Las autoridades deportivas cubanas respondieron dignamente renunciando a las ganancias del torneo (que serán donadas a los damnificados de Katrina) y la comunidad deportiva internacional inmediatamente se puso (en su gran mayoría) del lado del deporte y comenzaron las presiones sobre EUA. La reacción internacional (sobre todo los hermanos puertorriqueños) fue de tal magnitud que el Clásico quedó en el aire con muchas posibilidades de no llegar a realizarse nunca. La última de esas presiones llegó la semana pasada cuando el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jaques Rogue afirmó que estaría encantado de que los EUA (en concreto la ciudad de Chicago) se presentara como aspirante a las Olimpiadas del 2016, siempre y cuando dieran señales de poder garantizar la asistencia de todos los atletas de todos los países, y que no se repitiera lo que estaba pasando con Cuba en el Clásico. Al parecer esa fue la gota que derramó el vaso y la correlación de fuerzas cambió de tal modo que el viernes la oficina del Departamento del Tesoro anunciaba el otorgamiento del permiso. Inmediatamente la prensa internacional se hizo eco de la noticia para reflejar la alegría en cada funcionario, deportista o aficionado relacionado con el béisbol. Y en Cuba el reflejo en los medios de prensa ha sido nulo, quizás se haya informado la noticia en alguna emisora de radio o en sitios de Internet pero el cubano medio no tiene acceso a Internet. No tiene gracia que la noticia salga publicada en Granma Internacional para que la lean en el exterior, si luego no sale publicada ni una palabra al respecto en la versión en papel del periódico Granma que es la que puede leer el pueblo.
Enlace a la noticia en Granma Internacional
El colmo de esta situación (y causante de que yo escriba este blog) es que el pasado domingo se celebró el juego de las estrellas del béisbol en Cuba. Este juego fue televisado y la única vez que se uso la palabra "clásico" fue en un lapsus mental de uno de los periodistas al referirse al juego de las estrellas, como "clásico de las estrellas" (es evidente que el subconsciente lo traicionó).
Es por eso que afirmo que es una profesión bien triste, es increíble que los periodistas deportivos cubanos aún no hayan sido "autorizados" a tratar el tema. Una gran cantidad de aficionados cubanos ya conoce y celebra la participación cubana en el clásico, al enterarse por Internet o por un amigo o por algún periódico extranjero, sin embargo los medios "oficiales" hacen mutis sobre el tema, incapacitados como están de dar una opinión que pueda contradecir posteriormente la "versión oficial". Esto no solo ocurre con el deporte, pero no he querido siquiera adentrarme en temas políticos para demostrar la mediocridad en que esta sumida esta profesión en Cuba. Una profesión triste, un hecho triste.
PD: lo peor de todo es que la falta de una información proveniente de los medios a los que tiene acceso el cubano normal, solo contribuye a que se propaguen chismes y noticias falsas, que el pueblo se ve incapaz de rebatir o discutir.
Para afirmarlo solo me voy a basar en un suceso reciente: el pasado viernes 20 de enero los EUA aprobaron al fin el permiso para que Cuba participara en el Clásico Mundial de Béisbol a celebrarse en el mes de marzo de este año. El clásico es un evento que por primera vez agrupará a los mejores jugadores de béisbol del mundo, jugando con los uniformes de sus países. En un ejemplo más de su tremenda miopía política los sectores de derecha del gobierno norteamericano, impulsados por los políticos cubano-americanos de la Florida (¿de que tamaño será el odio que destilan estos señores?) trataron de impedir la participación del equipo cubano de béisbol, negando (la primera vez) el permiso requerido por tener que jugar el equipo cubano en Puerto Rico.
Las autoridades deportivas cubanas respondieron dignamente renunciando a las ganancias del torneo (que serán donadas a los damnificados de Katrina) y la comunidad deportiva internacional inmediatamente se puso (en su gran mayoría) del lado del deporte y comenzaron las presiones sobre EUA. La reacción internacional (sobre todo los hermanos puertorriqueños) fue de tal magnitud que el Clásico quedó en el aire con muchas posibilidades de no llegar a realizarse nunca. La última de esas presiones llegó la semana pasada cuando el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jaques Rogue afirmó que estaría encantado de que los EUA (en concreto la ciudad de Chicago) se presentara como aspirante a las Olimpiadas del 2016, siempre y cuando dieran señales de poder garantizar la asistencia de todos los atletas de todos los países, y que no se repitiera lo que estaba pasando con Cuba en el Clásico. Al parecer esa fue la gota que derramó el vaso y la correlación de fuerzas cambió de tal modo que el viernes la oficina del Departamento del Tesoro anunciaba el otorgamiento del permiso. Inmediatamente la prensa internacional se hizo eco de la noticia para reflejar la alegría en cada funcionario, deportista o aficionado relacionado con el béisbol. Y en Cuba el reflejo en los medios de prensa ha sido nulo, quizás se haya informado la noticia en alguna emisora de radio o en sitios de Internet pero el cubano medio no tiene acceso a Internet. No tiene gracia que la noticia salga publicada en Granma Internacional para que la lean en el exterior, si luego no sale publicada ni una palabra al respecto en la versión en papel del periódico Granma que es la que puede leer el pueblo.
Enlace a la noticia en Granma Internacional
El colmo de esta situación (y causante de que yo escriba este blog) es que el pasado domingo se celebró el juego de las estrellas del béisbol en Cuba. Este juego fue televisado y la única vez que se uso la palabra "clásico" fue en un lapsus mental de uno de los periodistas al referirse al juego de las estrellas, como "clásico de las estrellas" (es evidente que el subconsciente lo traicionó).
Es por eso que afirmo que es una profesión bien triste, es increíble que los periodistas deportivos cubanos aún no hayan sido "autorizados" a tratar el tema. Una gran cantidad de aficionados cubanos ya conoce y celebra la participación cubana en el clásico, al enterarse por Internet o por un amigo o por algún periódico extranjero, sin embargo los medios "oficiales" hacen mutis sobre el tema, incapacitados como están de dar una opinión que pueda contradecir posteriormente la "versión oficial". Esto no solo ocurre con el deporte, pero no he querido siquiera adentrarme en temas políticos para demostrar la mediocridad en que esta sumida esta profesión en Cuba. Una profesión triste, un hecho triste.
PD: lo peor de todo es que la falta de una información proveniente de los medios a los que tiene acceso el cubano normal, solo contribuye a que se propaguen chismes y noticias falsas, que el pueblo se ve incapaz de rebatir o discutir.
Hermano:
He leído todos tus artículos, me han gustado mucho, no pares de escribir, lo haces muy bien.
Quiero sobre todo apoyarte en este último y el ejemplo me parece genial, y ojala fuera único, pero como todo en nuestro país, y el periodismo como ejemplo supremo, es manipulado.
Cada vez tengo más lastima del grupo de títeres que se para frente a las cámaras de la TV en Cuba y reproduce lo que alguien escribe o en el mejor de los casos, que ellos escriben y alguien revisa hasta el detalle.
Creo que este problema de la manipulación de la información es un problema global, en todas partes ocurre, pero los que tenemos la suerte de tener Internet si queremos la verdad podemos buscarla en este medio, y seguro aparece alguien que como tu, que está cerca del problema y refleja la realidad. En nuestra Cuba, la que añoramos los que estamos fuera, muy pocas personas tienen acceso a la verdad.
Creo que en Cuba las dos profesiones más tristes son la de periodismo y otros que se la ven dura son los Jueces y Fiscales, que teniendo problemas en sus casas, tienen que comprar en el mercado negro, tuvieron que comprar fulas en la calle, y tienen que inventar como todos, y así y todo tienen que juzgar y acusar, no quisiera estar en su pellejo.
Pero ese tema te lo dejo a ti, tal vez te decidas algún día a hablar de él.
Que edad tienes? De que vives? Con esas ideas que coño haces en Cuba?
Bueno tal vez te decidas a hacer oposición “de verdad”, algo que yo no tuve el valor de hacer.
Lo dijo
Anónimo a las 5:00 p. m., enero 28, 2006
Hermano:
Mil gracias por leer el blog, intento hablar de los asuntos de nuestra isla con honestidad (y alguna que otra gota de ironía), y que cada cual saque sus propias opiniones al respecto.
De mi te diré que soy un tipo normal que nunca quisiera irse de su Habana, pero no prometo nada porque vida hay una sola y casi no alcanza para la bola de sueños que uno lleva encima.
Sobre el tema de hacer oposición, más bien te diré que en realidad trato de hacer revolución, porque lo que queda ahora es un montaje con mucha demagogia, poca libertad y ningún futuro. Vivo la vida del cubano normal, del cubano de a pie y creo saber de que hablo. Para mi lo importante es el bienestar del pueblo, todo lo demás me suena a sueños de grandeza.
De nuevo gracias por el comentario
Lo dijo
el cubano de la isla a las 10:13 p. m., febrero 03, 2006
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