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Habaneando… caminando


Camina que te camina doblé una esquina (H y 19 en el vedado) y me encontré… un gato. Un gato normal no merece ser incluido en un post pero este gato que vi parecía… un perro. Estaba echado en la hierba en una actitud francamente canina. A veces jugaba con unas plantas dándole con la pata como hacen… los perros; mirando a todo el mundo pasar (personas, autos y animales) con un descaro francamente perruno.

Me pareció tan raro este gato que al doblar la esquina tuve que caminar de espaldas para poder seguir mirándolo y… ¿Qué creen ustedes que hizo él? Sostenerme la vista con el mayor de los descaros posibles y luego ¡ME LADRÓ!!!! Esto ultimo es broma, si llega a ladrarme ahora yo estaría dando una entrevista para la BBC con el gato-perro encima (y él con un collar que dijera “Nerón” o algo así, un nombre bien perro).

Luego seguí mi rumbo y camina que te camina llegue a la esquina justo al frente de la entrada del hotel vedado en la calle O. Iba distraído mirando al piso y de pronto veo… un hilo dental (prenda íntima femenina). Estaba tirado en la acera y era evidente que se había caído del balcón donde estaba tendido. Lo más interesante del caso era el efecto que provocaba en la gente que pasaba y lo veía. Algunos lo miraban y esbozaban una sonrisa picara, otros se hacían como que no lo habían visto (sin embargo alargaban el paso para no pisarlo). Si hubiera sido otra prenda de ropa mas tradicional, digamos una camisa, un vestido o un pantalón seguramente alguien se lo hubiera llevado (cosas de la pobreza) o en caso de encontrarlo un vecino del edificio habría tratado de buscar al infortunado dueño de la prenda, pero al pobre hilo dental todo el mundo lo ignoraba, de hecho aun debe estar solo y triste en la acera esperando el nuevo destino que le depare la vida.

Seguí camina que te camina y pasando por la calle Zanja, en el corazón del Barrio Chino de la Habana me encontré una inscripción en la acera, de esas que se hacen con el dedo o algún palito cuando aun el cemento esta fresco, y luego el texto queda para la posteridad. La mayoría de los “graffiti de acera” que he encontrado en mi vida dicen cosas tan profundas como: “Pepe 2000” o “Yoli ama a Rene”. Por eso me quedé pasmado cuando leí la siguiente inscripción en la acera, justo en la entrada de una vivienda de la calle Zanja: “En esta casa vive un hombre digno”. Solo me queda comentar que si hubiera llevado un sombrero puesto, me lo hubiera quitado en señal de modesto homenaje. Un texto así no se lee mucho en estos días.

Ese grafitti es digno de ser incluido en el "Libro de los abrazos" de Eduardo Galeano. Para los que no conocen el libro, es una compilación de escritos cortos de diverso formato.

Uno de los típicos formatos era el de la sección de grafitis, titulada "Dicen las paredes" que mostraba textos que Galeano se encontró a lo largo de su vida mayormente en muros, paredes y aceras de ciudades latinoamericanas.

Para que tengan una idea...

En Lima: "No queremos sobrevivir. Queremos vivir…"

En La Habana: "Todo se puede bailar…"

Y en Río de Janeiro: "Quien tiene miedo de vivir, no nace”.

En Buenos Aires, en el puente de La Boca: "Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie."

En Caracas, en tiempos de crisis, a la entrada de uno de los barrios más pobres: "Bienvenida, clase media."

En Bogotá, a la vuelta de la Universidad Nacional: "Dios vive." Y debajo, con otra letra: "De puro milagro."

Y también en Bogotá: "¡Proletarios de todos los países, uníos!" Y debajo, con otra letra: "(Último aviso)”.

Fabulosa tu caminata, cubano, me ha hecho recordar un incidente que hace años paralizó el tráfico en la calzada de Infanta. ¿El protagonista? Un gato. Resulta que el felino andaba detrás de un pajarito y acabó enredado en el tendido eléctrico, tras saltar desde una azotea...
En menos de cinco minutos había una multitud de vecinos en los balcones, un "caballito" intentaba poner el casco debajo por si caía y hasta las guaguas se detenían para ver qué sucedía.
Desde el tejado más cercano, un grupo de "centro habaneros" con un palo que tenía un lazo al final, intentaba engrampar al gatito, que estuvo a punto de caer en dos ocasiones, provocando el susto en las cientos de personas que ya se habían apiñado en Infanta entre Valle y San Miguel.
De pronto se escuchó una voz: "Pónle un bistec al lazooo", luego vinieron las risas, pero después se hizo silencio.
El "caballito" se montó en la moto y comenzó a circular por la cuadra, en un fallido intento por dejar la vía despejada. Entonces se detuvo y tomó la radio. Desde mi balcón se escuchaba perfectamente lo que decía:
"Sí, planta, necesito que me mandes a los bomberos... tengo un incidente aquí en la calle Infanta, frente al cine Astral... bueno un incidente con un gato...sí, sí, un gato..."
En ese justo instante y como si comprendiera que en ello le iba la vida el gatito se dejó atrapar por el lazo pero un segundo antes de llegar a "edificio firme" se salió(aquí hubo un suspiro general)cayendo en el alero y salió corriendo como alma que lleva el diablo.
Toda Infanta comenzó a aplaudir y el "caballito" trasmitió:
"Negativo planta, el incidente se ha resuelto sin daños humanos... sí, sí, el gato está ok"

Vaya! que gusto leer tus relatos....tienes el don de dar ritmo y perspectiva a cualquier trivialidad, que no lo es tanto...

Felicidades y que bueno que estas de vuelta!

En Cuba viven muchos hombres dignos, solo no tienen el cartel.
El indigno es...

Yo, como colega de la BBC, la entrevista te la hubiera hecho con o sin ladrido del perro. Pero aún me debes (esas deudas de amigos y no de estados ni de organismos multilaterales) algunas respuestas de una entrevista anterior.
Saludos

Noa, quiero decirte que es graffiti jamas lo olvidare porque conoci a Lina y conoci a Carlos. La historia detras del graffiti es aun mas fantastica que estas brevisimas palabras que encuentraban tanto sentimiento a su paso. Qué mujer cubana que lo vio no hubiera querido sustituir ese otro nombre por el suyo. Lina ya no puede leerlo y Carlos espero que haya encontrado a alguien de distinto nombre con igual sentimiento.

perdon encontraban !Upssss

Estampas de nuestra Habana.
A Ligia Elena, si no es mucho pedir, que cuentes la historia de Lina y Carlos.

en mèxico hay de todos tipos pero el màs caracterìstico es "puto el que lo lea"
ja
besotes malhablados desde la ciudad de la desesperanza

¿Quieren caminar un poco por La Habana?.Click en este limk
http://www.youtube.com/watch?v=ULmj3z_sqFg

Lazaro

se esta muy bien leyendo tu blog mientras no hablas de politica. no te creo que vivas en cuba y tengas acceso a internet a toda hora ademas que si fuera asi ya te tuvieran muy controladito no crees principe Mickin. de todas maneras si asi es,si has logrado encontrar un agujero negro y con un poco de suerte colarte pues urrahhhhhhh por ti.

por favor Ligia, hace años, cuando era un adolescente leí en el Diario de Yucatán la historia de Carlos y Lina pero no recuerdo mas que el título, sería bueno nos refresques las ideas...gracias

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Acerca de mi

Yo:el cubano de la isla
De:La Habana, Cuba
Soy:un tipo común que mira y mira y cada vez entiende menos

 

Ya Cortazar lo contó una vez de esta forma...


La primera vez que vio la isla, Marini estaba cortésmente inclinado sobre los asientos de la izquierda, ajustando la mesa de plástico antes de instalar la bandeja del almuerzo... Una isla rocosa y desierta, aunque la mancha plomiza cerca de la playa del norte podí­a ser una casa, quizás un grupo de casas primitivas. Empezó a abrir la lata de jugo, y al enderezarse la isla se borró de la ventanilla; no quedó más que el mar, un verde horizonte interminable. Miró su reloj pulsera sin saber por qué; era exactamente mediodía.